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La nostalgia a
veces nos juega una mala pasada
Muchas veces
tenemos un recuerdo de algo que leímos o vimos algo distorsionado por el paso
del tiempo, otras veces no es que no lo recordemos bien, es sencillamente que
cambiamos y lo que antes nos resultaba de una forma ahora nos resulta de otra y
en este caso voy a hablar de una serie en el cual tenía un recuerdo y después
de verla otra vez habiendo pasado como 20 años sin verla me cambio la impresión
que tenía. La serie en cuestión es Uchuu
Ichi no Musekinin Otoko o
como la conocimos en Argentina el Irresponsable capitán Tylor.
Una serie que la
vi en la tele hace tanto tiempo que ni me acuerdo si la pasaban en el Magic o
en Locomotion (lo paso Magic Kids) y que en su momento la vi, como veía todo lo
que pasaban en esa época y en mi recuerdo no era que me había aburrido, pero tampoco
que fuera algo que fuera a ver una y otra vez como lo fue volver a ver desde el
primer capítulo de Dragon Ball Z cada vez que Goku se iba a transformar en
Super Saiyayin. Pero ahora después de verla otra vez me sorprendió porque me
resulto mucho mejor de lo que la recordaba y no fue porque no recordara de que
trataba o de cómo eran los personajes, sino que fue porque yo cambié, yo crecí
y eso me hizo ver diferente el humor que maneja la serie y el comportamiento de
los personajes.
Pero bueno basta
de tantas palabrerías porque a pesar del título o de lo anterior dicho en
realidad lo que me interesaba era recomendarle esta gran serie que esta un poco
en el olvido.
Situado en un
futuro en donde la tierra a llegado al espacio y está en guerra con otra raza
alienígena nuestro protagonista Tylor, que hasta donde sabemos por lo que nos
muestran, posiblemente sea un vagabundo y mientras estaba perdiendo el tiempo ve
una publicidad de reclutamiento en el ejercito que da a entender que si se
enlistan van a tener una vida llena de riquezas y, lo que más le interesa a Tylor,
mujeres. Así Tylor tras pasar un examen rompiendo la IA de la maquina
examinadora es contratado y empieza a trabajar con el manejo de las pensiones.
Es así por asares del destino le salva la vida al retirado almirante Hanner y es ascendido
a capitán, pero como no les agrada a los altos mandos lo nombran el capitán de el destructor espacial Soyokaze, la nave con la peor tripulación de toda la flota
para que a Tylor lo mate su propia tripulación o lo maten los enemigos. Y así
es como veremos toda la aventura de Tylor como capitán y su “pintoresca”
tripulación.
Sin duda la serie
la maneja totalmente Tylor, un personaje que hasta el mismísimo final no nos
deja en claro si es un excéntrico que le salen las cosas de casualidad o si es
un genio que procesa los problemas de una manera diferente a los demás, pero
esto no es porque el personaje este mal escrito o porque el autor trate de
mantenerlo en secreto, es sencillamente que nosotros como público lo vemos de
la misma manera que la tripulación del Soyokaze, no lo entendemos.
Dicho lo que el
manejo de la serie es llevado por su protagonista esto no significa que los
personajes secundarios sean malos o estén totalmente de rellenos, estos cuentan
con una personalidad definida, sin llegar a ser estereotipos exagerados,
incluso varios enemigos tienen un desarrollo y de una manera que no se espera,
como un androide espía o el desarrollo de un militar todo serio que sin dejar
de ser disciplinado se va adaptando a su peculiar capitán.
La serie, aunque
tiene bastantes situaciones serias es sin dudas una comedia que maneja un humor
más adulto, aunque sin recurrir a chistes de índole sexual a pesar de que en la
previa se nos daría a entender que Tylor es el típico personaje pajero, aclarando
que si hay algunos momentos ecchis porque si, pero nunca cruzando la línea para
volverse +18.
En cuanto a la
animación para la época es más que decente, no se puede decir que es una maravilla,
pero tampoco que se ve mal, no esperen verla en 4K, pero se consigue en una muy
buena calidad. En cuanto al apartado musical el opening y el ending que son los
mismos desde el principio hasta el final son muy buenos y en cuanto a la demás banda
sonora cumple, pero no es para nada memorable a excepción de lo que se podría
llamar la “batalla final” en donde te transmite la tensión que están viviendo en
ese momento los personajes.
Aunque en un
principio puede parecer que son capítulos auto conclusivos en donde Tylor se va
conociendo con su tripulación y de cierta manera haciéndolos cambiar la opinión
que tenían de el o al menos que ya no lo quieran matar, la serie va avanzando
constantemente y te muestra como se va desarrollando todo el conflicto de la
guerra que tendrá en el centro de todo al Yorokaze.
Para ir
terminando lo mejor de la serie es sin duda los personajes y su desarrollo
junto a una trama que, aunque sigue un rumbo, tiene giros de guion inesperados
que mantienen entretenido desde el primer al último episodio.
La serie tiene un
buen manejo del humor, en los momentos que tiene que ser gracioso es gracioso y
en los momentos que tiene que ser serio es serio y esto último a pesar de que
la personalidad “relajada” de Tylor podría hacer pensar que es difícil de
lograrlo.
Para mencionar
algo malo puede ser que quede al deber con las naves y sobre todo con los
mechas de combates que aparte de participar poco en realidad son más que nada
usados para reparar las naves
La lección del
día: no trabajen duro, trabajen inteligente
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